toro mecanico

La comunión más divertida con un castillo hinchable

El día de la Primera Comunión es uno de los más importantes en la vida de los niños, una jornada en la que ellos son los protagonistas, el centro de todas las miradas. La ilusión de los pequeños solo es comparable a la de sus padres, para quienes este día es igual de inolvidable.

Sin embargo, hay una diferencia muy apreciable a la hora de encarar esta celebración entre los críos y sus progenitores. Los primeros solo deben preocuparse de pasarlo bien, mientras que los segundos deben planificar hasta el último detalle para que todo vaya sobre ruedas: comprar los trajes y vestidos, elegir el lugar del banquete y el menú y, por supuesto, proporcionar a la fiesta toda la animación posible.

Entre las animaciones más populares para comuniones (y para todo tipo de celebraciones infantiles) se encuentran los castillos hinchables, una atracción que vuelve locos a los pequeños y que siempre se convierte en el centro de su diversión durante esa entrañable jornada. Y no es de extrañar. Incluso a muchos adultos les cuesta resistir la tentación de dar unos buenos saltos sobre estas festivas estructuras.

Por qué contratar un castillo hinchable para la fiesta de la Primera Comunión

Todo son ventajas a la hora de apostar por un castillo hinchable el día de la Primera Comunión de tus hijos.

En primer lugar, aunque las estructuras puedan parecer muy aparatosas, lo cierto es que son muy fáciles de instalar y desinstalar (siempre de la mano de profesionales, eso sí). Además existen numerosos modelos y tamaños adaptables a todas las necesidades.

Además de ser muy seguros (siempre que cumplan la normativa, algo a lo que hay que estar muy atento, como verás más adelante), los castillos hinchables permite a los pequeños desfogarse con una actividad física de lo más sana y, al mismo tiempo, de fomentar sus habilidades sociales jugando con el resto de chavales invitados al evento. Pocas actividades son tan igualitarias: la diversión está asegurada tanto para niños como para niñas.

Pero las ventajas no son solo para los críos. Los castillos hinchables suponen toda una relajación para los adultos, ya que pueden relajarse y disfrutar de la fiesta sabiendo que sus hijos están pasándolo en grande bajo la supervisión de un monitor o cuidador (algo imprescindible para evitar sustos).

jugar en castillos hinchable niños

Aspectos a considerar a la hora de contratar un castillo hinchable

Como ya te hemos indicado, existen diferentes modelos de castillos hinchables y hay que tener presentes diferentes aspectos a la hora de contratar uno u otro; por ejemplo, el número de participantes, la edad de los críos, el espacio disponible, etc.

Existen desde castillos mini, ideales para pequeños de entre 1 y 3 años, hasta castillos supergrandes, más adecuados para los más creciditos, mayores de 12 años. En el caso de las comuniones, las edades pueden ser muy variables (a diferencia de lo que ocurre en los cumpleaños, por ejemplo, cuando la media de edad es más uniforme), por lo que la mejor apuesta puede ser un castillo hinchable estándar, de un tamaño medio, asequible para todas las edades.

En cuanto al espacio disponible, hay que calcular que quede al menos un metro y medio libre alrededor del castillo, la altura de los techos en el caso de que se instale en interiores, que la pendiente no sea mayor al 5% de desnivel (aunque siempre es preferible que la superficie sea plana), que la estructura no esté debajo de las ramas de un árbol o de cualquier elemento con el que se puedan golpear los niños o dañar el castillo, etc.

La seguridad es el factor primordial cuando se contrata un castillo hinchable

Aunque los castillos hinchables no son complicados de instalar, su montaje y desmontaje debe ser realizado siempre por profesionales y cumplir con toda la normativa existente.

Entre las normas de seguridad que se deben cumplir a rajatabla destacan la necesidad de una vigilancia y supervisión permanente de la estructura y de los niños por un adulto responsable, la prohibición de su uso en caso de condiciones climatológicas adversas como fuertes vientos y lluvias, el uso simultáneo de la estructura por niños de las misma edad (con rotaciones por grupos), la inaccesibilidad por parte de los pequeños a turbinas, motores y otros elementos de la instalación, la revisión de amarres y costuras para detectar posibles defectos, etc.

Documentación exigible cuando se contrata un castillo hinchable

Está claro que la seguridad es el aspecto más importante a la hora de contratar un castillo hinchable, pero esto no es algo que se pueda garantizar únicamente de palabra. Exite na documentación sin la cual no debes ni plantearte contratar un castillo hinchable.

En primer lugar, debes exigir un Certificado de Homologación que acredite que el castillo cumple la normativa de la Unión Europea.

También debes solicitar la Revisión Anual del castillo, un documento que ha de estar actualizado y que garantiza que el material de la estructura se encuentra en óptimas condiciones para su uso.

Por último, el Certificado de Montaje Seguro, que debe ser realizado por un ingeniero, certifica que la estructura cumple con todas las directrices y normas pertinentes.

Mención aparte merece el seguro de responsabilidad civil. Aunque no sea de obligado cumplimiento en España, es muy aconsejable contratar una póliza que cubra posibles desperfectos o lesiones (algo muy infrecuente pero que puede llegar a ocurrir).

En definitiva, si estás planificando la Primera Comunión de tu hijo son dos los aspectos que debes tener más en cuenta: la diversión y la seguridad. Ambas están garantizadas si contratas un castillo hinchable, la atracción más popular en toda clase de eventos infantiles.

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